La normativa de calidad del Jamón Ibérico dispone que todos los Jamones Ibéricos deben llevar un precinto que permita determinar su raza así como su alimentación. Este precinto puede ser de 4 colores diferentes: Negro, Rojo, Verde o Blanco. Veamos las diferencias:
Precinto Negro
Jamón de Bellota 100% Ibérico. Este color garantiza que el padre y la madre del cerdo son 100% de raza ibérica y ambos están inscritos en el Libro Genealógico. Además, certifica que el animal ha sido alimentado a base de bellotas y otros recursos naturales de la dehesa durante su etapa de engorde en la montanera.
Precinto Rojo
Jamón de Bellota Ibérico. Esta brida roja garantiza que el jamón proviene de cerdos que pueden ser 75% o 50% raza ibérica. En este caso, para saber el porcentaje exacto debemos acudir a la vitola del jamón donde se especificará. En cuanto a su alimentación, se nos garantiza que el animal se alimentó de bellotas y otros recursos naturales de la dehesa durante su etapa de engorde en la montanera.
Precinto Verde
Jamón de Cebo de Campo Ibérico. La brida de color verde, como el campo donde se crían los cerdos, identifica ejemplares de 100%, 75% o 50% raza ibérica, alimentados a base de pastos naturales y pienso en el campo, con el suficiente espacio para desarrollarse correctamente.
Precinto Blanco
Jamón de Cebo Ibérico, tanto del 50%, 75% como 100% de raza ibérica. Estos animales han sido alimentados a base de piensos, cereales y leguminosas de una forma estabulada.
En definitiva, el color del precinto nos permite diferenciar el tipo y calidad del jamón en función de su raza, alimentación y modo de crianza.
Ahora que ya conoces las diferencias, ¿por qué no pruebas uno de nuestros “brida negra” y dejas que su sabroso tocino se deshaga en tu paladar?